Un seguro de secuestro y rescate es una necesidad para organizaciones e individuos en todo el mundo. Este tipo de seguros pueden ser un salvavidas al momento de viajar fuera de su país de residencia.

En los últimos años ha habido un incremento abrumante de secuestros, extorsiones y solicitudes de rescate. Alrededor de 30.000 secuestros ocurren cada año en todo el mundo y muchos de estos no son notificados ni abordados de la manera más conveniente.

Comencemos por lo primero:

¿Qué es un seguro de secuestro?

El seguro de secuestro consiste en un paquete de coberturas básicas y otras opcionales que se compran dependiendo del tipo o actividad de la empresa y de los países de exposición de riesgo. La contratación de este seguro lleva aparejado los servicios especializados de una empresa de consultores que son los que intervienen en caso de que se produzca algún incidente cubierto bajo la póliza.

¿Por qué elegir un seguro de secuestro?

Si estás apostando por el desarrollo internacional y viajas a países de riesgo, necesitas un seguro de secuestro y extorsión ante las posibles amenazas hacia los empleados, directivos e incluso contra sus familias. El seguro de secuestro se trata de una solución completa ante las amenazas a las que a diario se pueden enfrentar los empleados y directivos de las compañías, así como una protección para sus familias.

¿Qué cubre un seguro de secuestro?

• Pago mediante reembolso del rescate en caso de secuestro y extorsión o en secuestros en medios de transporte.
• Pérdida de rescate en tránsito.
• Responsabilidad legal.
• Consultores de respuesta (ilimitados).
• Indemnización por fallecimiento e incapacidad.
• Gastos adicionales (relaciones públicas, intérprete, honorarios de informador, salarios, pérdidas patrimoniales personales, análisis forense, servicios médicos, cirugía estética, etc).

¿Cuánto cuesta un seguro de secuestro?

Hay muchos factores para determinar el coste de la prima de estas pólizas. El primero y esencial es el ‘riesgo país’, pero también se tienen que tener en cuenta el número de personas a asegurar o el tipo de compañía. Y es que las entidades financieras y las energéticas suelen tener pólizas más caras. La póliza sube si la persona o compañía que lo contrata ya se ha visto en una situación de secuestro. En dicho caso, “la cuota anual puede subir, aproximadamente, entre un 20% y un 25%”

Además, hay que tener en cuenta que la víctima debe pasar por un tratamiento psicológico, existen costes por traslados de familiares y costes sanitarios que la póliza sufraga. En realidad, el rescate constituye prácticamente el 50% de todos los gastos. Por tanto, no contar con este seguro aumenta el coste de la situación. No sólo habría que pagar el rescate, sino también los gastos relacionados.

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