1. Asegura tu salud sobre todas las cosas; El seguro de salud es una herramienta básica en las finanzas familiares. No tenerlo, nos lleva a asumir un riesgo muy alto.

2.  Asegúrate mientras puedas; Todos nos vamos a enfermar en algún momento, debes asegurarte mientras aún estás sano puesto que si te enfermas de algo grave o crónico, es posible que ninguna aseguradora quiera asegurarte.

3. Adquiere suficiente cobertura; Si por temas de presupuesto, debes elegir entre contratar un plan que cubra las cosas pequeñas versus otro que cubra los gastos graves, opta por esta última, todos podemos pagar una consulta médica, pero pocos podemos pagar una factura de un millón de dólares por un tratamiento de cáncer en el M.D. Anderson de Houston.

4.  Revisa el condicionado de tu póliza; Muchas veces la letra “chiquita” y las exclusiones son los rubros más importantes en la póliza. Pídele a tu agente que te explique todo lo que no entiendes y cómo debes de proceder en caso necesites usar la póliza. Ese es su trabajo y estás pagando por ese servicio.

5.  Averigua sobre los aumentos anuales de primas; Antes de comprar determinado plan, investiga cómo maneja la aseguradora los incrementos de primas todos los años, si estos superan en promedio el 10% cada año, busca otra aseguradora que maneje mejor sus costos.

6.  Contrata cobertura internacional; Una de las ventajas de contar con un buen seguro de salud, es el tener acceso a la mejor medicina y a los mejores tratamientos, muchas veces estos tratamientos sólo los encuentras en centros de excelencia que están fuera de tu país.

7.  No te fijes sólo en el precio; Como todo en la vida, en los planes de salud debe existir una relación entre el precio y los beneficios. Si adquieres el producto de menor precio, por lo general estarás asumiendo mayor riesgo. Si encuentras que determinado producto ofrece una prima muy inferior al resto de los planes con coberturas similares, ten cuidado. Algunas aseguradoras usan esa práctica para ganar clientes y luego les suben las primas. El problema es que, si te enfermas, luego no podrás cambiarte a una mejor aseguradora.

8.  Confiesa todo lo que sabes; Es importante que respondas honestamente las preguntas de la declaración de salud. De lo contrario, la aseguradora puede considerar que has cometido fraude y no pagará los reclamos.

9.  Maneja los deducibles eficientemente; Si deseas reducir la prima que pagas por tu seguro, puedes optar por elegir un mayor deducible. Muchas veces, el ahorro en la prima justificará el aumento del deducible.

10.  Compara bien; Decidir cuál plan tomar y con cuál aseguradora hacerlo, es una decisión muy importante que puede tener enormes consecuencias. Tómate el tiempo de comparar producto y compañías hasta encontrar una que te brinde la cobertura que necesitas y que puedas pagar.

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